El asesinato en segundo grado se define como el asesinato de otra persona sin premeditación, pero con la intención de causar la muerte o con un desprecio desenfrenado e imprudente por la vida humana.
Este delito se considera menos grave que el asesinato en primer grado, pero sigue siendo un delito penal muy grave, punible con cadena perpetua en prisión con posibilidad de libertad condicional después de cumplir un mínimo de 10 a 25 años, según las circunstancias del delito.